Simón Espinal, muestra su pasión y dedicación en cada sombrero de Paja Toquilla.
Texto: Deysi Chuquirima/Fotos: Salgado Albán.
En la comunidad de Pile, Montecristi, Manabí, se encuentra Simón Espinal, un maestro artesano de los sombreros de paja toquilla, “llevo trabajando en este arte desde los 15 años”, revela Simón “Mi pasión por este arte surgió al observar a mis padres, abuelos y bisabuelos tejer. Es una tradición que se ha transmitido por generaciones; ellos me enseñaron a mí, y ahora yo he enseñado a mis hijos.”
Sus palabras no solo destacan su talento y dedicación, sino también un profundo respeto por una tradición que se encuentra en peligro de extinción. A lo largo de su carrera, Simón ha colaborado con Brent Black, un destacado empresario estadounidense que comercializa sombreros de lujo. Gracias a esta colaboración los sombreros de paja toquilla de Simón llegaron al mercado internacional, siendo valorados por su gran calidad. Aunque después de 20 años de trabajo, cada uno ha tomado caminos diferentes, Simón sigue creando su trabajo con la misma pasión de siempre.


¿Cómo comenzó en el arte de tejer sombreros de paja toquilla?
A mí me gustó este trabajo, este arte, porque vi a mis padres, abuelos y bisabuelos tejer. Son enseñanzas que viene de generaciones. Ellos me han enseñado a mí, y yo tengo hijos y también les he enseñado a ellos. Aprendí este trabajo desde los 15 años y llevo 40 años haciéndolo.
¿Qué significa para usted mantener viva esta tradición familiar?
Para mí es importante mantener viva esta tradición que ha sido transmitida a lo largo de generaciones. No solo representa un legado familiar, sino que también es un pilar fundamental de la identidad y el patrimonio artesanal de mi comunidad.
¿Cómo describiría el proceso de selección de la paja toquilla para la elaboración de los sombreros?
La selección de la paja es algo personal. Cada uno selecciona su materia prima para poder realizar el sombrero de cualquier grado. Existen diferentes grados y se pueden hacer de 20, 30, 40, grados, eso depende de cada persona.
Cuando usted se refiere a los grados, ¿qué quiere decir?
Depende de cuántos puntos de tejido se elaboran en una pulgada. Es el trabajo personal de cada artesano.

Una vez que selecciona la paja, ¿cuál es el siguiente paso en la creación de un sombrero?
Es un proceso largo. Seleccionar la paja es el proceso principal, después hay que picarla, cocinarla, ahumarla y secarla naturalmente. El color blanco es de forma natural. Luego se raja la paja de forma manual. Se inicia el proceso con 8 pajas y, en el transcurso, se añaden “hijos” para darle forma a la plantilla, es aquí donde se comienza a dar forma al sombrero.
¿Cuánto tiempo tarda en promedio tejer un sombrero de alta calidad?
Con la elaboración que yo realizo, tardo 6 meses en hacer un sombrero trabajando de 9 a 10 horas diarias.
El clima es un factor importante para la elaboración de los sombreros. ¿Cuáles son los mejores meses para tejerlos?
Cuando hace calor no se puede trabajar ya que la paja se reseca, se parte, se arranca, a veces se vuelve de color negro. La mejor época para trabajar en mi comunidad es de junio a noviembre, cuando el clima es frío, y es cuando aprovechamos para realizar nuestro trabajo.

¿Cuál es la parte más desafiante de todo el proceso de tejido?
Cuando se está tejiendo y se arranca la paja hay que darle solución añadiendo otra paja. Se busca dónde se arrancó y se hace el añadido de una nueva para continuar con el tejido.
¿Puede compartir alguna técnica especial que utilice para asegurar la calidad de los sombreros?
Hay que estar bien concentrado y pendiente de cómo va el trabajo. Si algo falla, hay que corregirlo de inmediato. Lo importante es hacer un sombrero de excelente calidad, ya que este trabajo demanda de mucho tiempo.
Cuando termina de tejer, ¿se ha terminado de elaborar el sombrero?
Después de tejer, el sombrero pasa por diferentes manos para darle el acabado final. Hay quienes realizan el planchado, el despeluzado, el azocado y el remate final. Este proceso involucra a diferentes artesanos en cada etapa. Finalmente, el sombrero está listo para ser comercializado.
En su opinión, ¿qué hace único a un sombrero de paja toquilla hecho en Pile?
Es único por su textura. En nuestra comunidad se elaboran los sombreros más finos reconocidos mundialmente. La UNESCO lo declaró patrimonio inmaterial de la humanidad porque en Pile se hace esta calidad de sombrero fino. Montecristi también tiene comunidades que tejen, pero no son iguales a nuestra comunidad.

¿Ha notado algún cambio en la demanda de sus sombreros?
Hay meses buenos para vender y meses malos. En nuestra comunidad es difícil vender los sombreros porque no hay suficientes ingresos y nos ofrecen precios muy bajos, pero hay meses que llegan los extranjeros y compran nuestros sombreros.
A pesar de los desafíos económicos, ¿qué le motiva a seguir tejiendo sombreros?
Es un trabajo que exige mucho esfuerzo, lo que me motiva es ver finalizado un sombrero que ha tomado seis meses de elaboración. He dedicado toda mi vida a este oficio que me apasiona: tejer y mostrar mi arte al mundo y que este sea apreciado por los consumidores extranjeros quienes valoran altamente estos sombreros por su calidad.
Finalmente, ¿qué consejo les daría a las futuras generaciones que quieran seguir sus pasos?
Siempre he dicho a la gente joven que no dejen de hacer este trabajo. Que sigan fortaleciéndose en este arte de tejer. No sería justo que en el futuro se pierda este arte. De que valdría que la UNESCO lo haya declarado como patrimonio inmaterial de la humanidad si desaparece. No valdría la pena. Aunque lamentablemente la juventud no tiene otra opción de salir de los pueblos y les toca emigrar y dedicarse a otros trabajos que son más rentables, ya que con este arte no hay estabilidad económica. Ser artesano es difícil, si nos compran el producto, lo tenemos en nuestro poder hasta 6 meses, y si no tenemos recursos, ¿cómo vamos a sustentarnos? Es complicado.
